El limoncillo, una fruta del verano con posibilidades culinarias
Por María Acevedo
Cada verano, se integran al paisaje urbano los vendedores que ofertan ramilletes de limoncillos, una exótica fruta que es amada por los que no se resisten a ella y rechazada por quienes alegan que no sirve más que para hacer musarañas.
Si bien es cierto que en República Dominicana apenas nos deleitamos saboreando al natural esta fruta que contiene más semilla que pulpa, en otros países la utilizan en recetas dulces, saladas y en la elaboración de bebidas.
Sin embargo lo que algunos catalogan como muecas, necesarias para desprender la parte comestible de la semilla, convierte a esta fruta en un relajante muscular por lo que su consumo libera el estrés e, incluso, previene la tensión que provocan los tapones, momentos que suelen utilizar quienes lo compran mientras conducen con el único inconveniente de que la consumen sin lavarla.
A ese beneficio el doctor Arcenio Estévez Medina, nutriólogo y naturista, añade los valores nutricionales y medicinales que desmienten los argumentos de quienes ignoran esta fruta agridulce de cáscara verde y quebradiza.
El limoncillo es oriundo de países de América del Sur como Colombia, Venezuela y Guyana, de donde pasa a México, América Central, América del Sur (tropical) e Islas Galápago. También se introdujo en Hawai, el sur de la Florida, California y el Caribe.
En República Dominicana se llama a la fruta limoncillo y quenepa, al igual que en Puerto Rico, en comunidades del Sur del país; en Colombia le dicen mamoncillo, en Venezuela se conoce como mamón y mamoncillo; en El Salvador y en Costa Rica se le conoce tan solo como mamón.
Alimenticia y medicinal
Estévez Medina resalta que el limoncillo es una fuente de vitaminas del complejo B, de niacina y que contiene varias veces los requerimientos diarios de vitamina C del organismo y en cantidades muy mínimas aporta calcio, vitamina B1 y beta caroteno, un precursor de la vitamina A.
La herbolaria dominicana, de acuerdo al doctor Estévez Medina, le atribuye poderes antigripales, para lo cual se mastica y traga el líquido que desprenda la semilla previamente tostada.
“En algunas regiones del país, como en el suroeste y en el norte, se usa esta preparación para detener la diarrea de cualquier origen”. Añade el profesional que entre las creencias populares de esas zonas está el uso de las semillas como amuletos para prevenir los “malos espíritus”.
Otras de las virtudes que se le atribuye es la antipirética, pero lo que ayuda a bajar la fiebre no es la fruta, sino la decocción de la corteza. Ese mismo procedimiento, pero con las hojas, se emplea contra el Escherichia coli, microorganismo responsable de una serie de procesos infecciosos que afectan a los humanos. En algunos países esta fruta es utilizada en gárgaras para dolores de garganta y en Panamá aseguran que las hojas eliminan las pulgas.
Sus flores son ricas en néctar que atraen especialmente a los colibríes y a las abejas que producen con esa sustancia una miel de tono oscuro, por lo que resulta atractiva para los apicultores aunque su etapa de floración es corta.
Por la suavidad de su pulpa y la forma de la fruta se recomienda comer con cuidado y no permitir su consumo a niños pequeños ya que se puede alojar en la garganta y provocar asfixia por obstrucción.
Aunque ha permanecido ausente en la culinaria dominicana, otros países la utilizan en la elaboración de variadas recetas. En Jamaica y Puerto Rico forma parte de jugos, postres y licores como el bilí; en Colombia la comercializan como bebidas enlatadas; los indígenas de Orinoco utilizan la semilla cocida como sustituto de la yuca. También se utiliza para conservas, pudines, helados, sopas y no se asombre si en la web encuentra hasta una receta de arroz con limoncillo.
Bilí, licor de limoncillo puertorriqueño
2 1/2 libras de limoncillos
1 1/2 tazas de azúcar morena
8 tazas de ron blanco
Preparación
Pele e introduzca los limoncillos en una botella de cristal de boca ancha, añada los demás ingredientes. Cierre la botella con una tapa plástica (no use metal) y espere tres o cuatro semanas, moviendo ligeramente cada día. Finalizado el tiempo retire las semillas con una cuchara plástica o de madera y sirva. Otra receta es añadirle media cucharadita de vainilla y una astilla de canela.
Dulce de limoncillo en almíbar
2 ramilletes de limoncillos
2 libras de azúcar
4 tazas de agua
2 astillas de canela
Preparación
Coloque en el fuego el agua, azúcar y la canela y cuando tenga un almíbar claro añada los limoncillos pelados y deje a fuego medio hasta que espese.